jueves, marzo 13, 2014

Impedir el crecimiento [internet]

Un día, cuando los empleados llegaron a trabajar, encontraron en la recepción un enorme letrero en el que estaba escrito:
- "Ayer falleció la persona que impedía el crecimiento de Usted en esta empresa. Está invitado al velatorio en el área de deportes".

Al comienzo, todos se entristecieron por la muerte de uno de sus compañeros, pero después comenzaron a sentir curiosidad por saber quién era el que estaba impidiendo el crecimiento de sus compañeros y la empresa.
La agitación en el área deportiva era tan grande que fue necesario llamar a los de seguridad para organizar la fila en el velatorio.
Conforme las personas iban acercándose al ataúd, la excitación aumentaba:
¿Quién será que estaba impidiendo mi progreso? ¡Qué bueno que el infeliz murió!!
Uno a uno, los empleados agitados se aproximaban al ataúd, miraban al difunto y tragaban seco. Se quedaban unos minutos en el más absoluto silencio, como si les hubieran tocado lo más profundo del alma.
Pues bien, en el fondo del ataúd había un espejo, cada uno se veía a si mismo.... Solo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento:

¡Tu mismo!
Tú eres la única persona que puede hacer una revolución en tu vida. Tu eres la única persona que puede perjudicar tu vida, y tu eres la única persona que se puede ayudar a si mismo.
Tu vida no cambia cuando cambia tu jefe, cuando tu empresa cambia, cuando tus padres cambian, cuando tu pareja cambia. Tu vida cambia, cuando eres TÚ, el que cambias y eres TÚ el único responsable por ello.

"Los tristes piensan que el viento gime, los alegres piensan que canta".
"El mundo es como un espejo que devuelve a cada persona el reflejo de sus propios pensamientos.
La manera como tu encaras la vida es lo que marca la diferencia".

Fabula el pescador y el emprendedor [internet]

Un hombre rico y emprendedor se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado junto

- Porqué? no has salido a pescar? - le preguntó el hombre emprendedor

- Porque ya he pescado bastante por hoy!! - respondió el apacible pescador.

- Porqué? No pescas más de lo que necesitas? -insistió el emprendedor.

- Y qué iba a hacer con ello? -preguntó a su vez el pescador.

- Ganarías más dinero, -fue la respuesta- podrías poner un motor nuevo que haría más potente a tu barca. Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que sacarías más peces y ganarias más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas. Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico y poderoso como yo.

- Y que haría entonces? - preguntó de nuevo el pescador.

- Podrías sentarte y disfrutar de la vida respondió el hombre emprendedor.

- Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? -respondió sonriendo el apacible pescador-. ¡Eso es precisamente lo que hago!

Contentarse con la vida nos ha concedido es disfrutar la mayor de las riquezas, no es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita
a sus barca contemplando el mar y fumando apaciblemente su pipa después de haber vendido el pescado.