viernes, junio 13, 2014

Corazón de cebolla (http://cuentosqueyocuento.blogspot.com.es/)

Había una vez un huerto lleno de hortalizas, árboles frutales y toda clase de plantas. Como todos los huertos, tenía mucha frescura y agrado. Por eso daba gusto sentarse a la sombra de cualquier árbol a contemplar todo aquel verdor y a escuchar el canto de los pájaros.

Pero de pronto, un buen día empezaron a nacer unas cebollas especiales. Cada una tenía un color diferente: rojo, amarillo, naranja, morado... El caso es que los colores eran irisados, deslumbradores, centelleantes, como el color de una sonrisa o el color de un bonito recuerdo.

Después de sesudas investigaciones sobre la causa de aquel misterioso resplandor, resultó que cada cebolla tenía dentro, en el mismo corazón, porque también las cebollas tienen su propio corazón, un piedra preciosa. Esta tenía un topacio, la otra una aguamarina, aquella un lapislázuli, la de más allá una esmeralda ... ¡Una verdadera maravilla!

Pero, por una incomprensible razón, se empezó a decir que aquello era peligroso, intolerante, inadecuado y hasta vergonzoso. Total, que las bellísimas cebollas tuvieron que empezar a esconder su piedra preciosa e íntima con capas y más capas, cada vez más oscuras y feas, para disimular cómo eran por dentro. Hasta que empezaron a convertirse en unas cebollas de lo más vulgar.

Pasó entonces por allí un sabio, que gustaba sentarse a la sombra del huerto y sabía tanto que entendía el lenguaje de las cebollas, y empezó a preguntarles una por una:

- "¿Por qué no eres como eres por dentro?"

Y ellas le iban respondiendo:

- "Me obligaron a ser así... me fueron poniendo capas... incluso yo me puse algunas para que no me dijeran nada."

Algunas cebollas tenían hasta diez capas, y ya ni se acordaban de por qué se pusieron las primeras capas. Y al final el sabio se echó a llorar. Y cuando la gente lo vio llorando, pensó que llorar ante las cebollas era propio de personas muy inteligentes. Por eso todo el mundo sigue llorando cuando una cebolla nos abre su corazón. Y así será hasta el fin del mundo.

Frase del Día (13-06-2014)

Cada uno de nosotros, puede marcar la diferencia en su propio entorno, en su propio mundo, y que si muchos hacemos lo mismo podemos llegar a cambiar el mundo entero... Tan solo hay que intentarlo, no hay nada mejor que el calor de los sueños y proyectos compartidos para vencer al más fuerte. La unión de los "pequeños" que son mayoría derrotaran a los poderosos, pero esta pirámide se debe construir desde la base, piedra a piedra. No nos vale que nuestros egos se inmpongan y querramos ser ladrillos más cercanos a la cuspide, tan importante es la base que sustenta a los demás, como la piedra que culmina esa piramide.
Somos nosotros y la suma de nuestros pequeños actos cotidianos los que dirigimos en una u otra dirección el curso de los acontecimientos y por ende, el de la humanidad. Y si se puede cambiar, no solo basta con desearlo... debes luchar por ello