viernes, julio 11, 2014

El triple filtro de Sócrates (http://cuentosqueyocuento.blogspot.com.es/)

En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos. Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:

- “¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?”

- “Espera un minuto”, replicó Sócrates. “Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro.”

- “¿Triple filtro?”

- “Correcto”, continuó Sócrates. “Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro.”

- “El primer filtro es la verdad. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?”

- “No”, dijo el hombre, “realmente solo escuché sobre eso y...”

- “Bien”, dijo Sócrates. “Entonces realmente no sabes si es cierto o no”. “Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?”

- “No, por el contrario...”

- “Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto”. “Pero podría querer escucharlo porque queda un filtro: el filtro de la utilidad. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?”

- “No, la verdad que no.”

- “Bien”, concluyó Sócrates, “si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, e incluso no es útil... ¿para qué querría saberlo?”

Frase del Día (11-07-2014)

El enamoramiento provoca en el ser humano un cuadro psicosomático, que contiene unos síntomas tan distintos entre si: como la euforia, el bienestar, la  taquicardia, el nerviosismo, la agitación, la sudoración, la pérdida de  apetito, el insomnio o la fiebre. El Amor se ha descrito  tradicionalmente de muchas maneras: como enfermedad, locura, herida,  desgracia, sensación dulciamarga o posesión divina. También ha sido  caracterizado como una sensación  de inmortalidad y de divinidad. Cuando estamos enamorados nos sentimos,  literalmente, dioses. Expresiones coloquiales como "estar en el séptimo  cielo", "estar en la gloria" o "andar por las nubes" confirman esta  idea. Literariamente, esta manera metafórica de describir el sentimiento  del amor tiene una tradición muy rica. Pero ni todas las del mundo podria describir un sentiento tan bello, tan intenso y te llevaria toda la vida poder expresar una aproximacion con palabras