miércoles, agosto 13, 2014

Dia del amigo

Un hombre, su caballo y su perro caminaban por una calle. Después de mucho andar, el hombre se
dio cuenta que tanto él, como su caballo y su perro habían muerto en un accidente (a veces los muertos toman tiempo para comprender su nueva condición). La caminata era muy larga, montaña arriba; el sol era fuerte, y ellos estaban cansados, sudados y tenían mucha sed. Necesitaban desesperadamente agua. En una curva del camino vieron una puerta magnífica, toda de mármol, que conducía a una plazoleta con piso de oro, en el centro de la cual había una fuente de la que manaba agua cristalina. El caminante se dirigió al guardián que, dentro de una ornamentada casilla, vigilaba la entrada.
- "Buenos días", le dijo.
- "Buenos días", respondió el guardián.
- "¿Qué lugar es este, tan lindo?" preguntó el hombre.
- "Este es el Cielo", fue la respuesta.
- "Qué suerte que llegamos al Cielo! Estamos con mucha sed", dijo el hombre.
- "Pues el señor puede entrar y beber agua a voluntad", contestó el guardián, indicándole la fuente.
- "Mi caballo y mi cachorro también están sedientos", comentó el hombre.
- "Lo lamento mucho", dijo el guardián,"pero aquí no se permite la entrada a los animales".
- "Pero ellos me han acompañado siempre", dijo el hombre.

El guardián se limitó a menear la cabeza negativamente. El hombre quedó muy desilusionado, porque su sed era grande, pero decidió no beber si sus amigos no podían hacerlo. Así que prosiguió su camino. Después de mucho caminar montaña arriba, con sed y cansancio multiplicados, llegaron a un sitio cuya entrada estaba marcada por una vieja puerta entreabierta. La puerta se abría hacia un amplio camino de tierra, con verdes árboles a ambos lados que brindaban buen cobijo del sol. A la sombra de uno de ellos había un anciano de blanca barba, apoyada sobre el tronco; parecía adormilado, con la cabeza cubierta por un sombrero. El caminante se aproximó.
- "Buenos días", le dijo.
- "Buenos días", respondió el anciano.
- "Estamos con mucha sed, mi caballo, mi perro y yo. Hay algún lugar donde podamos encontrar agua?"
- "Detrás de aquellos matorrales hay un manantial", contestó el anciano. "Pueden beber a voluntad".
El hombre, el caballo y el perro fueron hasta el manantial, y finalmente pudieron calmar la sed y refrescarse. Al volver hasta donde estaba el anciano, el hombre le agradeció.
- "Pueden volver cuando quieran", fue la respuesta.
- "A propósito", dijo el caminante, "cuál es el nombre de este lugar?".
- "Están en el cielo", contestó el anciano con una sonrisa.
- "¡Pero no es posible!" exclamó el hombre. "El guardián que estaba al pié de la montaña , junto al gran portal de mármol, nos dijo que el Cielo era aquel!"
- "No, aquello no es el cielo, es el infierno."
El caminante quedó perplejo.
- "Pero entonces, esa es una información falsa, y puede causar grandes confusiones!!!"
- "De ninguna manera", respondió el anciano.- "La verdad es que ellos nos hacen un gran favor, porque allá se quedan aquellos que son capaces de abandonar a sus mejores amigos….. " -------------------------------------------------------------------------------------
Bueno el cuento no es mio, pero lo quiero compartir con los amigos de la red y que puedan valorar la verdadera amistad esta por encima de saciar la sed, la amistad es un divino tesoro que no tiene precio

Para mis amigos (I)

En la vida habra posts  
que son urgentes
los hay cosas son importantes

Los hay que son indispensables
y otros sin importancia
Pero los urgentes,
los importantes
los indispensables
son los vuestros
que con todo amor
dia a día compartiis
con los míos.

Por vosotros, para vosotros

El Fantasma (http://www.galeon.com/jlgarcia/11cuentos/cuento2.htm)

Esta es la historia de un joven que no podía dormir casi nunca puesto que un fantasma espectral le aparecía en sueños y le angustiaba revelándole todos los secretos más íntimos que él albergaba, demostrándole así que lo sabía todo acerca de él.
El joven estaba desesperado, hasta el punto que llegó a detestar el momento de acostarse pese al cansancio acumulado. Había visitado doctores y psicólogos, había confesado su problema a amigos, lo había intentado todo, pero sin resultados: el espectro seguía presentándose cada noche y le recordaba todos los rincones más íntimos y dolorosos.
Ya al borde de un colapso nervioso, decidió pedir auxilio de un célebre maestro zen que practicaba en la misma provincia. Fue a ver al maestro que le recibió amistosamente. Tras haberle explicado el dilema, el joven añadió:

- "Ese fantasma lo sabe todo, absolutamente todo acerca de mí, e incluso conoce mis pensamientos. No puedo sustraerme a su dominio ". 
El maestro pensó que la solución no estaba fuera del alcance del chico y le sugirió que hiciera un trato con el fantasma. 

- "Esta noche, antes de acostarte -le dijo- coge un puñado de lentejas al azar y no las sueltes. Luego acuéstate y espera. Cuando el espectro se presente proponle un trato. Dile que si adivina cuántas lentejas tienes en la mano será para siempre tu dueño y que si no lo adivina deberá desaparecer para siempre. Vamos a ver que pasa ".

El chico procedió del modo que le aconsejo el maestro. Poco después de acostarse el fantasma apareció y le dijo: 

- "Sé que intentas librarte de mí. También sé que te has ido a ver aquel bobo del monje zen para que te ayude a echarme, pero tus esfuerzos no te servirán para nada".
- "Bueno -respondió el joven- ya sabía que me habrías descubierto, así como supongo que indudablemente sabrás cuantas lentejas tengo en el puño". 

El fantasma desapareció para no volver nunca jamás. Lo que no sabía el chico no lo podía saber su fantasma.

Frase del Día (13-08-2014)

La libertad de expresión debería ser ilimitada hasta que llega al limite de tu vecino. Me explico:
Yo puedo pensar que las manzanas están más buenas que los plátanos, y mi vecino justamente lo contrario. Pero cuando yo digo que el que come plátanos y mi debete es insultarlo, entonces estoy convirtiendo una opinión en un ataque hacia una opinión cultura, religión, gusto o lo que sea.
A mi entender puedes expresarte de la forma que sea y como sea, mientras que no estés ofendiendo, da igual lo suave que sea, esa no es una forma de defender tu opinión... Que es tan válidad, por muy incongruente que te parezca. nadie en este planeta tiene la verdad suprema. Siempre podemos encontrar matices a esa verdad