jueves, marzo 26, 2015

El Cuervo y el Conejo (https://sabiasmoralejas.wordpress.com)

Había una vez, u cuervo estaba sentado en un árbol, sin hacer nada todo el día. Un pequeño conejo se dio cuenta de esto y le pregunto:

- "¿Puedo sentarme como tú y pasarme todo el día sin hacer nada?"
El cuervo respondió:

- "¡Claro! ¿Por que no?"

El conejo se sentó en el suelo, y descanso. Repentinamente, apareció un lobo salto encima del conejo y se lo comió.

(La Fontaine)

Frase del Día (26-03-2015)

A veces la única solución para que las cosas cambién, es la desobedeincia civil. Si en su día no hubiera habido una mujer de color, que se opuso a la ley que obligaba a los ellos a viajar al final del autobús. Ellos todavía se sententarian al final del autobus. Si los obreros de una multinacional de Chicago, no hubieran desobedecido las leyes antisindicales. La jornada laboral no se limitaría a ocho horas diarias, seguiriamos sometidos al sistema. En realidad la desobediencia civil es el motor de la democracia. La tradición no implica una continuidad. El sentimiento nacionalista produce miedo desde fuera a los políticos de este estado, ese despertar masivo de un sentimiento que estaba dormido públicamente. Se vivía dentro de las casas. Ahora, para defenderlo, salimos a la calle. La mayoría de los catalanes no pretendemos conseguir por la fuerza la independencia. Necesitamos preguntar al pueblo llano si quieren vivir fuera de España o dentro. Es solo una pregunta. La pregunta, siempre sera legal en un estado democrático, eso no implica que va a resultar que toda Catalunya este de acuerdo con esta idea, de ser independiente... Existen muchos lazos para que negarlo no solo sentimentales y económicos con el estado y sus ciudadanos. Preguntar no es otorgar. Igual la mayoría de los catalanes deciden quedarse dentro de España. Es verdad que no se contempla en la Constitucion de 1978, pero pienso que estas reacciones políticas del Gobierno Central nos están descubriendo la verdadera cara de los mandatarios. Estamos volviendo a una "dictadura" angustiosa. La democracia no tiene porque tener tanto miedo al pueblo. Si así fuera dejaría de ser democracia. Hay fórmulas intermedias que no se quieren profundizar, entre ambos sentimientos y somos los ciudadanos, los que debemos emprezar con una desobediencia civil... Debemos ser esa mujer o esos huelguistas y plantarnos ante lo que creemos que es una injusticia, que amordazan los sentimientos de todos, tanto de los que estan a favor, como de los que estan en contra. Las urnas deciden que es una democracia