lunes, junio 08, 2015

Caminos... en la noche


Nuevamente la brisa golpea mi persiana
y en mis sueños mi alma sale del cuerpo que mora.
Mi alma se sostiene flotando encima de la cama
y aun quiere alas para ver nuevamente la mañana.

Camino por metas ilusas,
entre sueños difusos de mis pensamientos
donde se borran la huellas que marcan mis pasos
sin encontrar la salida al retorno a la realidad.

Camino sin rumbo, camino en la nada,
cuando cada noche se apaga la luz, algo ilumina mi alma.
Solo cargo una bolsa con nuestros recuerdos
que repetidamente se borran cada mañana.

En ese camino, me guia mi triste alma
y sigo tus huellas,  para recordar tus enseñanzas.
Solo esos recuerdos sustenta mi vida y calma mis ansias
No me dejes, porque seria morir de nostalgia.



El lobo flautista y el cabrito (http://edyd.com/fabulas/esopo)

Persiguiendo una colorida mariposa, un cabrito se quedó bastante alejado del rebaño al que pertenecía. Al ver la gran distancia que lo separaba de su madre comenzó a correr, siendo alcanzado a mitad de camino por un lobo. Aterrorizado por sus enormes mandíbulas, le dijo:

- ·"Sé que me quedan muy pocos minutos para disfrutar del aire que respiro. Te suplico que antes de comerme, toques esa flauta que tan bien dicen que sabes tocar y para poder bailar antes de acabar en tu estómago".

Encantado por los elogios del cabritillo, el lobo se puso a tocar una melodía. La escucharon los perros que se encontraban al cuidado del rebaño y al comprender que una de sus cabras estaba en peligro, corrieron raudos y veloces a atacar el lobo. Al verse perseguido por los dos perros, exclamaba el lobo:

- "Estaba claro que tarde o temprano me iba a ocurrir algo como esto, porque siendo yo un animal que se dedica de forma exclusiva a la caza, esto de aprender a tocar la flauta solo podía traerme desgracias".


Frase del Día (08-06-2015)

Hay días en los que solo quieres estar solo, encerrarte en tu mundo donde solo gobiernas. Deseas ser la única persona en el mundo. Que nadie te hable, ni si quiera que te miren.
Y luego llega lo peor: los complejos, el pesimismo, y esa gran importancia que le solemos dar a lo que piensen los demás de nosotros. Damos demasiada importancia a sus opiniónes por encima de todo.
Realmente, las críticas, las opiniones negativas y los malos comentarios, son envidia. Pues una persona que te odia, es porque intentó ser como tú y no pudo.
Casi siempre tomamos decisiones pensando en lo que los demás dirán o pensarán, pero debemos escoger lo que nos guste a nosotros, ser nosotros mismos porque la felicidad no es lo que te dicen los demás, sino lo que a TI te hace feliz.
Siempre y repito siempre, habrá quien te admire, aprecie y valore, a ti y a tu manera de ser y actuar. Aunque no tenga el valor de hacer ver que está ahí. Así que recuerdalo siempre. Haz caso a tu corazón e intenta ser feliz, no complacer a nadie. Y menos compararte con los demás. Somos como somos, con nuestros defectos y virtudes.