Hacía muchos años que, en los campos de un labrador, vegetaba un
añoso árbol que no proporcionaba beneficio alguno y sólo servía de
guarida a gorriones y cigarras.
Considerando que el árbol era un estorbo en las labores del agro, el campesino resolvió eliminarlo; mas, sus inquilinos, los pájaros, le imploraron:
- "Por favor, no derribes el árbol. Piensa que desde sus ramas cantamos y alegramos tu vida y la del pueblo"
.El hombre, haciendo oídos sordos, cogió el hacha y dio un furibundo golpe al tronco, y otro, y otro, tratando de derribarlo.
Pero, ¡oh prodigio! Escondido en el tronco, apareció un panal de rica miel. Desde entonces, el viejo árbol fue cuidado con esmero.
Considerando que el árbol era un estorbo en las labores del agro, el campesino resolvió eliminarlo; mas, sus inquilinos, los pájaros, le imploraron:
- "Por favor, no derribes el árbol. Piensa que desde sus ramas cantamos y alegramos tu vida y la del pueblo"
.El hombre, haciendo oídos sordos, cogió el hacha y dio un furibundo golpe al tronco, y otro, y otro, tratando de derribarlo.
Pero, ¡oh prodigio! Escondido en el tronco, apareció un panal de rica miel. Desde entonces, el viejo árbol fue cuidado con esmero.