Un leñador estaba cortando leña a la orilla de un río, por un descuido perdió su hacha. Después de dar por vencido buscándola, se sentó junto a la orilla del rio y se puso a llorar.
El dios Hermes se compadeció de la tristeza del leñador,
se arrojó al rio y de ella volvió con una hacha de oro puro, le
pregunto al leñador si era esa el hacha que había perdido en el rio,
pero el leñador le dijo que no era aquella, entonces Hermes volvió a
arrojarse al río de donde salió con un hacha de plata, pero el leñador
le dijo que esa tampoco era su hacha, por lo que Hermes volvió
nuevamente al rio donde por fin encontró el hacha del leñador, el cual
el hombre le dijo que era aquella.
Hermes quedo seducido por la honradez del leñador, y como recompensa le dio las tres hachas.
El leñador cuando volvió con sus
compañeros les conto su historia, y uno de ellos se propuso hacer lo
mismo que le había sucedido a su compañero. Se dirigió a la orilla del
río y tiro su hacha, luego se sentó y se puso a llorar.
Hermes también se apiado del leñador y
sabiendo el motivo del llanto del hombre, se lanzó al rio y le trajo un
hacha de oro, le pregunto al leñador si aquella era su hacha, a lo que
el leñador respondió que sí, que esa era su hacha perdida.
Hermes quedo horrorizado por la falta de vergüenza del leñador, por lo que se quedó con el hacha de oro y no le devolvió el hacha al leñador.
Cierta vez, un Leñador
cortaba leña cerca de la orilla de un río, hasta que de pronto, de la
fuerza, se cayó su hacha hacia el rio. Sin poder nadar y que hacer, se
sentó a llorar de impotencia a la orilla. Compadecido Hermes por su
tristeza, pregunto al leñador su problema, y este, le aclaro sobre su
hacha perdida. El dios bondadoso Hermes, se arrojó al río y regresa con
un hacha de Oro, luego, le pregunta al Leñador si esa era su Hacha que
había perdido. El Leñador le contesta que no, y Hermes, regresa a
sumergirse, pero esta vez, regresó con una Hacha de Plata. Hermes,
nuevamente pregunta al Leñador si esa otra era suya, pero el Leñador le
vuelve a decir que no. Hermes se sumergió nuevamente y regresa con una
Hacha de madera vieja y muy gastada. El Leñador muy alegre, dijo que esa
si le pertenecía. Hermes, conmovido por su honradez, decidió regalarle
las dos valiosas hachas a tan noble persona
Fuente original: http://www.fabulasparaninos.com/2012/08/hermes-y-el-lenador.html
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Cierta vez, un Leñador
cortaba leña cerca de la orilla de un río, hasta que de pronto, de la
fuerza, se cayó su hacha hacia el rio. Sin poder nadar y que hacer, se
sentó a llorar de impotencia a la orilla. Compadecido Hermes por su
tristeza, pregunto al leñador su problema, y este, le aclaro sobre su
hacha perdida. El dios bondadoso Hermes, se arrojó al río y regresa con
un hacha de Oro, luego, le pregunta al Leñador si esa era su Hacha que
había perdido. El Leñador le contesta que no, y Hermes, regresa a
sumergirse, pero esta vez, regresó con una Hacha de Plata. Hermes,
nuevamente pregunta al Leñador si esa otra era suya, pero el Leñador le
vuelve a decir que no. Hermes se sumergió nuevamente y regresa con una
Hacha de madera vieja y muy gastada. El Leñador muy alegre, dijo que esa
si le pertenecía. Hermes, conmovido por su honradez, decidió regalarle
las dos valiosas hachas a tan noble persona.
Tras tener su hacha nuevamente, y concluir su trabajo, el Leñador de
regreso a casa, se encontró con uno de sus compañeros a quien contó lo
sucedido. Este otro leñador, seducido por tales Hachas preciosas,
decidió probar la misma suerte, y se dirigió a la misma orilla del río
donde el leñador le indicó. Una vez ahí, sin pensarlo dos veces, lanzó
su hacha en la corriente, y se sentó a "llorar".
Hermes, curioso por tal llanto se apareció ante este otro Leñador, y
tras preguntarle lo sucedido, se lanza al rio en búsqueda del Hacha de
este otro leñador. Luego de unos minutos, sale Hermes con una Hacha de
Oro muy preciosa, y pregunta a este Leñador: "¿Es tuya esta hacha?", a
lo que el leñador bribón muy contento responde: "¡¡Si!!, ¡¡esa es mi
hacha!!". Pero Hermes, deshornado por tal mentira, le dice: "¡NO es
verdad, es mía!", y desaparece en el acto. Y así, el avaro leñador se
quedo sin hacha de oro, y sin la suya.
Fuente original: http://www.fabulasparaninos.com/2012/08/hermes-y-el-lenador.html
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