lunes, mayo 16, 2016

El Sabio Faquir (Cuento Popular Arabe)

Cierto día llegó a una ciudad y se encontró con un hombre que llevaba bolsas de azúcar en un carro.
- "¿Qué llevas ahí?", le preguntó el faquir.
El otro estaba muy malhumorado y le contestó burlonamente:
- "¿Y qué piensas que llevo? ¡Cenizas, nada más que cenizas!"
- "Bien, que sean cenizas",dijo el religioso.
Cuando el hombre llegó con su carro a la feria para vender el azúcar y abrió las bolsas, ¡oh, sorpresa!, realmente contenía cenizas. Rápidamente corrió y alcanzó al faquir; se arrojó a sus pies y rogó:
- ¡"Ten compasión de mí! Reconozco que he merecido tu castigo; pero si no me perdonas, seré un mendigo. ¡Oh, por favor, vuelve a transformar la ceniza en azúcar!"
- "Bien, levántate, dijo el faquir. Que se cumpla tu deseo; pero cuídate en el futuro de contestar mal a alguien que te pregunta amablemente".
El hombre lo prometió y luego pensó:
- "¡Qué lindo sería poseer esos poderes mágicos ! ¡Uno podría volverse inmensamente rico!"
Este pensamiento no lo abandonó hasta que, por fin, siguió un día secretamente al faquir, que sabía muy bien quién iba detrás de sus huellas, pero continuó caminando sin darse vuelta. Sucedió que ambos pasaron junto a un montón de ladrillos.
 - "Alá, concédeme tu gracia, pidió en bajo el faquir. Haz que estos ladrillos sean por corto tiempo, lingotes de oro".
Alá, que estimaba mucho al religioso concedió el deseo. Apenas el hombre divisó las relucientes barras escondió rápidamente dos en su bolsa y siguió caminando detrás del faquir. Al rato éste se dio vuelta y le preguntó:
- "¿Qué piensas hacer con esos dos ladrillos ? ¿Es que acaso los venderás para volverte inmensamente rico?"
Asombrado, el hombre sacó los ladrillos de su bolsa. No pudo dar crédito a sus ojos. Por más que los daba vuelta, seguían siendo ladrillos de arcilla.
- "¿Quieres ser faquir como yo?, preguntó el sabio. Déjame decirte que un hombre de Dios no debe robar ni mentir".
El vendedor de azúcar, totalmente avergonzado, emprendió el regreso.

fuente: http://www.cuentosparachicos.com

Frase del Día (16-05-2016)

No hay nada que produzca una sensación más dura que la llegada de nuestra muerte. Cada día que escribo en este blog o en el foro, me considero un afortunado por poder seguir escribiéndolo, es una manera de sentirse vivo y poder dejar algo para un futuro que espero sea lejano, pero que, uno nunca sabe cuando va a ser. Los humanos nunca queremos hablar sobre ello y en general esperamos que sea más tarde que pronto. Es por ello por lo que he utilizado el título de hoy. Para recordar un día más que no renuncieis a hacer lo que quereis en la vida sin hacer daño a los demás o a las personas que os rodean, quien sabe cuando sera ese día que solo recordan los familiares y algunos amigos. Nuestro paso por la tierra es efimero, pero nuestras palabras y hechos pueden ser eternas, de que nos sirve hacer daño a los demás... Vivamos el presente en paz y descansaremos cuando llegue el día