domingo, septiembre 18, 2016

La desobediencia...

Desobediencia o desobediencia civil se define como el acto de desacatar una norma de la que se tiene obligación de cumplimiento. La norma que debería obedecerse es, por lo general, una norma jurídica, o en todo caso cualquier norma que el grupo en el poder considera investida de autoridad en el sentido de que su transgresión acarreara inevitablemente un castigo. La desobediencia puede ser activa o pasiva. La desobediencia civil no tiene nada que ver con la delincuencia, pero para los que nos gobiernan si lo consideran porque vas contra el sistema establecido por ellos. Los desobedientes invocamos principios morales que sirven de marco normativo a la democracia. En la justificación por parte de quienes desobedecen se entrecruzan razones jurídicas y político-morales. El desobediente busca otras vías de participación no convencionales y ello no significa que sea antidemócrata, sino más bien un demócrata radical. De modo que una interpretación adecuada de la desobediencia civil sería considerarla como un complemento de la democracia, indispensable para la creación y sostenimiento de una cultura política participativa. Como podemos ser participes de esta politica corrupta, de los recortes en sanidad, educación, como podemos permitir que familias con menores sean desahuciados por los que han sido rescatados con nuestro dinero. Claro que los politicos llaman antisistema, a los que buscan una sociedad mejor, más igualitaria. Donde los que roban con cargos politicos sean juzgados, donde los que más tienen paguen en consecuencia a lo que tienen. Puede gustar más o menos, pero los ciudadanos no podemos ni debemos pagar por los errores de los que estan en el poder

Frase del Día (18-09-2016)

El ser humano está hecho para sobrevivir, como cualquier otro ser vivo y no para ser feliz. Eso lo sabemos. Para lo primero estamos programados; para lo segundo hay que hacer un pequeño reset. Estamos sumidos en nuestras rutinas, que no dejan de ser un circulo vicioso que repetimos cada día con las mismas acciones hasta que nos parece algo habitual: vamos al trabajo, quedamos con gente, nos vamos de compras, etc. Así rellenamos (que no llenamos) los días mientras un vacío persiste, creando una sensación de desazón e insuficiencia y unas quejas en el interior. Pensando que la vida es una mierda y que no merece la pena vivirla. La verdad es que casi todos vamos por la vida sin saber a donde ir y cuando mas o menos sabemos algo, se nos dificulta el como podemos lograrlo. Por esta razón casi siempre andamos a la deriva de nuestras metas y por ello, también necesitamos ayuda desinteresada.
Por lo general, cuando nos enfrentamos a un problema en nuestra vida, sentimos que el mundo se nos cae, y es cuando requerimos de alguien que de manera desinteresada nos ayude a resolverlo. Quizá, muchas veces tan solo nos de palabras de aliento, y algunos cuantos consejos que nos ayuden a analizar los hechos , pues siempre la decisión final está en nuestras manos. Esta es una premisa importante, nadie vendrá de fuera s solucionar nuestros problemas, esos debemos resolverlos cada uno de nosotros.