lunes, septiembre 26, 2016

La palabra/promesa dada....

Vivimos en una sociedad en que no se respeta y mantiene la palabra dada, más cuando nadie no obliga a ello, sin embargo, sabemos, que una vez que la damos es como un contrato que deberiamos cumplir con lo que ella involucra. Es por esto, que antes de dar la palabra pensemos bien en su alcance, repercusiones, lo que ello encierra, lo que se está en juego, a través de ella nos damos a conocer, a que se tenga un buen juicio de nuestra seriedad, que se nos crea, de lo contrario nunca se nos considerara como personas que cumplen lo que promete. Me enseñaron que, el incumplimiento de una palabra o de una promesa es un acto de violencia, la desconsideración, la deshonestidad, no hacer lo que se dice, la impuntualidad, incumplir los acuerdos, son actos hostiles, que resultan una burla y una falta de respeto hacia los demás, que comprometen nuestra seriedad e integridad personal, y además fomentan el conflicto y la discordia. En el ámbito empresarial, por ejemplo, el código civil español, menciona explícitamente la importancia de la palabra dada, como vinculante entre las partes, al tratar el tema de la buena fe contractual. De ahí la importancia de cumplir con ella, es como un contrato que firmamos con otra persona y por ese debemos cumplirla a rajatabla... sin desde un momento pensamos que no la cumpliremos es mejor no darla, porque insultas la buena fe del que la recibe

Frase del Día (26-09-2016)

Las palabras están íntimamente ligada a los pensamientos, a los recuerdos, es como si al mirar por la ventana nos trajera mas rápidamente a la mente lo que queremos ver a través de ella, entonces buscamos un punto de referencia, o simplemente miramos a ninguna parte y ahí nos perdemos en nuestros recuerdos, la ventana, muy discreta ella, acepta cualquier momento, no importa a que hora del día nos acerquemos a ella, y nos perdamos en nuestros pensamientos.
Da igual que clase de pensamientos sean, aunque la mayoría de las veces son pensamientos de esperanza, de conseguir algo, de acercarnos de alguna manera a alguien, en silencio, sin palabras que gritarle en ese momento tan íntimo el peso de nuestras palabra es ínfimo Por que es el silencio, ¿existe en verdad el silencio?, no creo, aún en el mutismo más absoluto escuchamos voces, escuchamos sonidos, el del viento que golpea con frecuencia la ventana, incluso mi respiración escucho… a veces hasta el leve latir descompensado de mi corazón y la palabra que emerge en cada texto que puedo escribir.