martes, noviembre 01, 2016

Muchas veces saber, no significa comprender

Si tuviera quedarme con una frase, siempre me quedaría con la de Socrates, "solo sé que no se nada". Y es que aún siendo la persona más sabía del mundo, como se refería el Oraculo de Delfos, sobre Socrates, sino comprendes las cosas, por muy sabio que seas de que te vale?. El saber es algo que se puede adquirir de un tercero que te lo enseñó, a diferencia del comprender que es un acto de razonamiento.
Con esto podemos asumir que la persona no tiene la verdad absoluta, sino que es importante que sume la posición de la disponibilidad y voluntad de aprender y adquirir conocimientos de diferentes temas, e intentar comprenderlos para poder enseñar a otros. Nuestro ego suele inflarse como el universo, creciendo con el "conocimiento", la razón aunque finita debe encontrar sus propósito explorando sus confines, limitados, solo así verificamos nuestra propia incapacidad de conocer, para comprender y permitir que te lleve a la comprensión absoluta, gracias al entendimiento. Puedes preguntarle a la gente cuanto es 2+2 y todos te dirán lo mismo, pero alguien nos puede afirmar que eso es verdad? No. Porque nuestra concepción de las cosas es sumamente cerrada y aún hay muchos procesos que no se pueden ver del todo.

Frase del Día (01-11-2016)

Se necesita mucha fuerza en mi caso para tal cosa, cuando "lo peor" ha pasado... ya pasó, cuando lo mejor ya puede venir es más fácil abrirle la puerta y sobre todo, toda fuerza puesta tiene consecuencias. Rendirse no siempre es opción a menos que sea evidente que se necesita aprender algo. Cada minuto de tu vida debes luchar por lo que crees, aunque para muchos crean que navegas en contra dirección. Rendirse esta mal visto, como huir, pero lo cierto es que cuando las fuerzas son superiores quedarse es sinónimo de muerte (o anulación) y en esas circunstancias la derrota es inevitable, ¿de que sirve seguir luchando así?. Creo que si, que debemos luchar a pesar de las circunstancias, no debes dejarte pisotear por nadie, nadie es más que tú y sólo por eso merece la pena vivir, por la lucha constante con tus sentimientos. La verdad es que debemos siempre buscar la manera de levantarnos de nuevo; ser humildes pero nunca dejar de creer en nosotros mismos. Porque si tu mismo no crees en ti, como puedes pensar que lo hagan los damás